Yo creo que ha llegado el momento de hacer una reforma o darle características de mayor realce al monumento que es ícono de la Ciudad de Buenos Aires.En mi sincera opinión el Obelisco se ha convertido en un monolito ya antiguo y de diseño extremadamente simple, que no se condice con la importancia de nuestra Ciudad y con el lugar en el cual se encuentra emplazado.
Ya de por si no hubo mucho ingenio en la estructura de la obra, de carácter simple y tamaño escaso (mucho menos hoy que queda desdibujado por los edificios que lo rodean).
No siendo especialista en la materia pero considerando tener alguna idea de que podría realizarse, me permito sugerir revestirlo por otro sobre él, realizado en estructuras de hierro y cristales, con vitraux en algunos sectores, luces especialmente ubicadas y algún que otro destaque artístico en determinadas partes de su nuevo contorno.
De esta manera no se sentirían molestos los que desean que no se lo modifique, ya que quedaría intacto y dentro de la nueva estructura (que deberá ser bastante más ancha y por supuesto mucho más elevada).
Desde este blog me permito deslizar esta propuesta, que finalmente no llevaría un costo tan abultado y que no sólo le daría mayor importancia a este emblema de la ciudad visitado y fotografiado por millares de turistas; sino que nos transmitiría a los argentinos una energía positiva para nuestro alicaído amor propio.
Jorge Horacio Richino.
